Croquetas de mejillones
Pon los mejillones en una cazuela con un poco de agua y tápala para que se abran. Retira la carne de los mejillones y pásala por la picadora. Resérvala.
En otra cazuela, funde la mantequilla, calienta la cebolla y añade los mejillones picados. Déjalo cocer a fuego modera hasta que esté transparente.
Incorpora el tomate, una pizca de sal y pimienta, y el brandi. Déjalo unos minutos y añade la harina, mezclándolo constantemente durante 2 o 3 minutos. Échale la leche caliente sin dejar de moverlo, hasta que quede bien cremoso. Remuévelo durante 15 minutos. Incorpora los mejillones picados; cuando la pasta empiece a despegarse del cazo, retíralo del fuego.
Ponlo en una fuente tapada con papel vegetal. Una vez se haya enfriado y reposado, dale forma a las croquetas y rebózalas, pasándolas primero por harina y huevo batido, finalmente, rebózala con pan rallado. Fríelas en abundante aceite caliente.
¡Listo!
Los mejillones, en concreto, tienen un elevado contenido de vitaminas, aminoácidos y minerales y son muy beneficiosos para la salud. Además, tienen un elevado nivel de grasas buenas, como el Omega 3, lo que resulta favorable para prevenir enfermedades cardiovasculares y reducir el colesterol.
Por esto, la OMS recomienda su consumo.
Antes de poner a hervir los mejillones, hay que dejarlos bien limpios. Por eso, tendrás que usar un cuchillo y, siempre debajo del agua del fregadero, eliminar las barbas y crustáceos que puedan tener adheridos, después se limpia bien la concha.
Una vez limpios, para hervirlos, hay que añadir una pequeña cantidad de agua, equivalente a 1 dedo en el fondo de la cazuela.
Cuando los tengas cocidos y retirados del agua, se puede guardar el caldo resultante, una vez colado, para enriqueces cualquier plato de pescado o marisco, arroces, guisos o pastas.
Para freír las croquetas el aceite tiene que estar bien caliente, pero sin humear. Las croquetas deberán quedar totalmente sumergidas en el aceite para que queden crujientes y, antes de servirlas en el plato, habrá que quitar el aceite restante con un colador.
Si quieres aportar a tu plato un toque diferente, puedes añadir un toque de nuez moscada. Potenciará su sabor de forma natural.