En agosto comemos Rodaballo

Agosto es tiempo de Rodaballo. Si no la has probado nunca, no puede dejar de hacerlo. Su calidad culinaria es extraordinaria y de los peces planos es considerado el más exquisito. El rodaballo es un pescado de agua salada que habita en el fondo marino, entre los 10 y 200 metros de profundidad. Una de las características principiales es su aspecto, ya que tiene el cuerpo y la cabeza planos y sus ojos son pequeños y se encuentran a ambos lados de la cabeza. Miden hasta 100 cm de largo y pueden llegar a pesar hasta 12 kg, aunque lo más común es que lleguen a los 60 centímetros de longitud.

Una curiosidad: ¿Sabes que puedes atrapar el rodaballo con las manos debido a su poca movilidad? De hecho, si se te escapa, seguro que lo puedes seguir y volver a encontrar, unos metros más allá, escondido entre la arena.

El Rodaballo es uno de los peces más valorador por su excelente carne, delicada, sabrosa y firme. Su piel gelatinosa le da un toque aún más especial. Sus lomos, limpios de espinas, son una de las comidas más apreciados de la cocina mediterránea tradicional, ya que se trata de un pez muy sano y una fuente de proteínas de primera calidad. Es muy fácil de limpiar y cocinar. Precisamente, porque su carne es frágil, no conviene manipularlo demasiado, por eso es mejor cocinarlo entero al horno o en la plancha y luego hacer rodajas o filetes.

¿Os animáis a hacer un rodaballo al horno con patatas? ¡Será una comida inolvidable!